viernes, 22 de mayo de 2009

Sensaciones de plenitud

La plenitud ha llegado. Es la paz. Es la calma. Es el espíritu de conformidad y motivación simultáneamente. Ahora se trata de mantenerlo, acrecentarlo o perderlo (pero ya se ha experimentado). Es decir, la plenitud no sigue estando en el futuro, en el mañana, ni en el más allá.
Esta plenitud está envuelta en medio de contratiempos, limitaciones, necesidades, adversidades, infidelidades, etc. Pero nada de ello puede contra la paz y el amor. Y podemos estar en pie, con la frente en alto y la respiración profunda.

La plenitud no es un estado, sino una construcción. Requiere de llevar o inducir pequeños detalles cotidianos, como una especie de ladrillos, para ir construyéndola. A veces hay que descansar; otras, hay que aceptar. En verdad la paz y sabiduría se prueban en las pruebas, en los indeseados, en los fracasos que se presentan siempre de sorpresa.

El sentimiento de plenitud, también es una opción. Porque a cambio se podría optar por la permanente insatisfacción. Siempre deseando tener más, ser más. Esa también es una cerrara que no conoce fin. Los individuos mueren en el intento de alcanzar lo que para ellos es la “plenitud”, referida a la abundancia sin límites.

El conformismo es mortal, porque induce a la persona a la indolencia. No crecer es antinatural. Para los seres vivos, más que la transformación, su naturaleza es crrecer, desarrollarse. Poner en práctica los talentos.

Todo esto de plenitud, crecimiento, desarrollo, no es una tarea individualista; sino una empresa social. Es decir, el crecimiento de todos los seres vivos es junto con los demás seres vivos. No hay crecimiento solitario. Observemos los bosques, las bandadas de aves, los ríos caudalosos, etc. Y nos podemos dar cuenta que ni siquiera la existencia puede ser por la vía individual.

Así, pues, vivir, no es habitar en el miedo ni en la incomunicación. Sino que vivir es entrar y mantenerse en el torrente de las circunstancias, de los vaivenes, de las experiencias codo a codo con los otros, trabajando por un mundo más humano, más digno para todos, más propicio para experimentar la plenitud y la paz y el desarrollo.




José Leandro flores
Chile, 7 de marzo de 2009