lunes, 19 de noviembre de 2012


Numero 61
Vivir en acción es de gracias: es la mejor actitud para que en el horizonte permanezca un arcoíris que invita a llenar de color todo lo que hagamos.
Francisco de Asís intuyo este enfoque ecológico que canta esta canción a la Tierra…
Haber ubicado la “perfección” en el ser humano; y la imperfección en los demás seres… ha sido un punto de partida equivocado.
Aunque el mandato oculto sea a “competir” y “consumir”…, la libertad es un tesoro inalienable.
Lo mejor del ser humano está dentro de sí mismo… y por lo general todavía no ha salido de cada uno.
Las guerras son la mayor expresión de la irracionalidad de la especie humana.
El amor tiene un lenguaje: el silencio.
El amor es dinámico: el servicio.
No se puede amar cuando el “yo” es excluyente y no incluyente.
¿De qué sirve tanto desarrollo tecnológico: si lo ocupamos para matar a seres de toda especie?
Generalmente, la boca habla mucho de lo que no se practica, y calla la practica; porque no se necesita de palabras para constatarlo.
El poder siempre ha sido fuente de perversiones mentales…, la sencillez; de cordura.
No hay existencia sin “noche”; pero ella ¡hace brillar el día!
La concentración en lo esencial es una consecuencia de liberase de lo accidental…, sin abandonarlo.
El “sentido de apropiación” tiene tanto poder como para cerrar la puerta a la “plenitud”.
Cuando la verdad ha hecho de las armas para imponerse… en ese momento ha dejado de ser verdad.
“Perdonar” no es otra cosa que “aceptar” al otro… por eso nos cuesta tanto.
“Vivir”: mas que continuar…, es comenzar siempre, porque ¡todo es nuevo cada día!
El tiempo es nuestro aliado; no nuestro enemigo.
La apertura mental hace maravillas… con capacidad de transformarlo todo.