Estar sanos, caminar en sanidad, vivir para ser saludables... tiene sentido, y es posible cuando recobramos la identidad perdida en la masificación imperante. El piso de nuestra salud es nuestra identidad, real, consistente, libre. Las enfermedades provienen de nuestro ofuscamiento existencial también. 
Si bien las condiciones sociales construidas están quedando al desnudo, y representan la peor crisis para millones de seres en el Planeta; también es cierto que esta hora representa un desafió y una gran oportunidad para empezar de nuevo... y como las buenas semillas... brotar de nuevo.