martes, 15 de mayo de 2012

La vida nos enseña permanentemente; está en nosotros aprender. Su carácter dinámico imprime nuestra naturaleza; por lo tanto, la estabilidad que se relaciona con la madurez humana no tiene nada que ver con la pasividad o inamovilidad evolutiva. Una revisión de nuestras ideas y de nuestra práctica es conveniente y necesaria para vivir de forma más real. Nuestro servicio facilita esta vía.

No hay comentarios: