viernes, 8 de febrero de 2013

NUMERO 98 El pensamiento no debe estar centrado en los imposibles porque allí se quedaría… y, sobre todo, descuidando todo lo que es posible en nuestro presente. Los afectos y los desafectos no debieran determinar el camino que no es “hacia” sin “en” la luz. Las lágrimas del corazón han de estar en sintonía con las de los ojos cuando el océano sobrepasa los límites de su cuna. Las alegrías extraordinarias son el alimento que sostienen las travesías desérticas. La meditación y el estudio diario son el insustituible alimento para avanzar en el desarrollo de las grandes potencialidades de cada ser. …

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