miércoles, 12 de junio de 2013

jlfg.136
La vida familiar comienza cuando se apaga el televisor.
La voz de la esperanza no cesa…, aun en medio de la noche no falta la luz de las luciérnagas.
El trabajo es la barca para atravesar el mar.
Al ser el derecho del consumidor un “derecho humano”: el mercado no puede seguir con su practica arrasante frente a los consumidores.
Vivir es llevar la teoría a la realidad.
El miedo, además de paralizar, destruye.
El objetivo no es desplazar al otro; sino complementarlo.
Algunos grandes poderes solo necesitan de 500 millones de seres humanos.
Para los cerebros humanos, el pensamiento hace la realidad.
A nuestra generación le toca ver el derrumbe del imperio del Mercado.
La plataforma del sistema se ha visto carcomida por la acumulación sin límites.
¿De qué sirve que uno esté bien, si habita en medio de una humanidad crucificada?
Aunque cueste entender: toda dificultad representa también una oportunidad.
Cada día y cada noche  se hacen cortas para todo el bien que hay que hacer.
Lo peor que nos está pasando: es la incomunicación social.
La desorganización social existente responde a planes intencionados.
A falta de la comunicación verbal, superior en efectividad es la espiritual.


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