La solidaridad es la consigna del Amor. Solidarios con los que necesitan… siempre son la mayoría y las grandes mayorías, por lo que no tenemos que tomar la vida como eternas vacaciones. El Mundo nos necesita sanos, fuertes, y solidarios. En esta consigna puede ser que vayamos en contra de la corriente…, pero lo importante es el objetivo: la vida plena para todos. De poco sirve contar con salud individual si el mundo sigue enfermo.

La Energía no es selectiva sino incluyente de todos los seres. En consecuencia, el principio de que todos somos uno es para ponerlo en práctica en lo cotidiano. Cada quien de la forma que este a su alcance.  Y de esa forma el enriquecimiento es mutuo…., nunca es de una sola dirección. O sea, nos enriquecemos en la medida que entregamos: tiempo, servicio, recursos, oportunidades, trabajo, asociatividad, emprendimientos, meditación, sanación, … y todo aquello que contribuya a que los otros tengan vida, acrecienta la propia. Porque ¿de qué sirve contar con salud individual y aislada? A parte de que es imposible; sería también estéril.

A veces el agua se retiene en su recorrido… pero démosle tiempo, luego sigue corriendo. No nos exasperemos prácticamente por nada. El arcoíris sobre nuestra cabeza u horizonte es permanente; solamente que a veces no lo percibimos… ¡pero está ahí! La resurrección del otro es nuestra mayor alegría; y también es la propia. El Amor que nos cubre o envuelve a cada uno es como la inmensidad del Cielo que contemplamos. Nunca estamos solos; miríadas de ángeles nos acompañan siempre.

El canal de las palabras y del raciocinio ya no es suficiente para que la Humanidad avance; pero no son los únicos caminos. Tenemos la vía del silencio (de la percepción y recepción) de la Energía que esta rodeándonos (Campo) que es capaz de influir (equilibrar) nuestros sistemas principales y base de nuestra salud y desarrollo: mental, emocional y corporal. Es responsabilidad de cada uno buscar y proveerse de los recursos necesarios para impregnar su vida con esta nueva vitalidad para un mundo nuevo también.

La maravilla es que no somos seres determinados sino en construcción permanente y eterna. Por lo tanto, no es suficiente vivir o estar vivos, sino ante todo estar creciendo en el amor, la solidaridad, la creatividad, la capacidad de entrega, en la capacidad de percepción y vinculación con todo lo que nos rodea o envuelve, que no es solamente un Universo sino un Multiuniverso. En este sentido, estamos llamados todos a movilizar el cerebro de nuestro corazón para avanzar en por las nuevas sendas que nos señala la Energía que nos ha creado y nos sostiene y acompaña en esta empresa de ser nosotros mismos, respetando el ser y la existencia de cada otro y de todos los otros seres.

El cambio de mentalidad es tan necesario o más que nuestro bienestar físico. Por el beneficio de la Bioenergía apunta no solo en dirección al bienestar corporal, sino también, el mental y emocional. De tal manera que en cada uno se vayan generando innovadoras formas de pensar, sentir y hacer. Es decir, una redefinición de la vida, del sentido de vivir; de la felicidad, el éxito y la realización plena. Hoy día es necesario este evento en la Humanidad reorientar su rumbo: hacia la alianza con la vida y no sus adversarios.

Todo revive cada día porque está interconectado con el resto, con el todo. Nuestro equilibrio y salud también depende de esta vinculación. El aislamiento es mortal. Y el alimento del vínculo saludable es la meditación. Esa actividad que no es mental ni verbal; sino de sensibilidad y percepción. Los frutos los da la constancia sin duda alguna.

Continúa la acción de la Energía… en los casos más recientes: primero han tenido un gran relajamiento acompañado de un profundo y largo sueño. Luego, un nuevo animo en sus vidas que se manifiesta en su trabajo diario con mayores iniciativas y creatividad; estos aspectos también en torno a su cotidianidad. FELICITACIONES… Y A SEGUIR TRABAJANDO PO SI Y CONSIGO MISMOS, ESTIMADOS PARTICIPANTES EN ESTA ESFERA DE ACCION DE LA BIOENERGIA.

La acción de la Energía es constante, oportuna y creciente en cada ser. Para cada ser es una acción natural y necesaria. También es natural porque constituye su misma esencia. Su presencia dinámica en el ser le potencia y modifica positivamente su estado y situación. La experiencia de quienes han vivido y siguen viviendo esta acción dan testimonio de este fenómeno.