domingo, 19 de agosto de 2012

A veces el agua se retiene en su recorrido… pero démosle tiempo, luego sigue corriendo. No nos exasperemos prácticamente por nada. El arcoíris sobre nuestra cabeza u horizonte es permanente; solamente que a veces no lo percibimos… ¡pero está ahí! La resurrección del otro es nuestra mayor alegría; y también es la propia. El Amor que nos cubre o envuelve a cada uno es como la inmensidad del Cielo que contemplamos. Nunca estamos solos; miríadas de ángeles nos acompañan siempre.

No hay comentarios: